Los Lúkúmi fueron a la guerra contra los Congos. Edibe fue designado para dirigir la guerra. Fue a casa de Orúnmilà, se le indicó que él no pelearía, si no que antes hiciera Ebo con: tres tambores y tres botellas de otín, que fuera detrás del ejército Lúkúmí, tocando los tambores. Entonces los congos, que les gustaba mucho el baile, empezaron a bailar, al oír la música de Edibe, éste los invitaba con el otín, los emborrachó y fueron vencidos.
Por este camino; el awo después de la Rogación tiene que tener los tres tambores junto con las tres botellas de Otín y cada vez que tiene una dificultad le toca a Ogún o a Ochosi, con los tres, poco de otín, de cada botella y vencer la guerra, o el obstáculo y tiene que pasarle la mano y cuidar los inquines, no se vayan a perder.