Elegba tenía un amigo que eran uno solo los dos, pero este lo traiciono y se fue a refugiar a la tierra de ofo. Elegba después de mucho averiguar supo su paradero, cogió agua, alimentos y otras cosas necesarias para el camino y salió para la tierra ofo que estaba muy distante. Elegba se encontraba en la tierra iyefa y tenía la firme idea de matar a su enemigo. Por el camino Elegba se topó con dos hombres que llevaban el mismo rumbo, estos hombres no hablaban y caminaban sin conocerlo al parecer. estos dos hombres eran Shangó y Orunmila y ellos si sabían a donde se dirigía Elegba. Orunmila para que Elegba no lo reconociera iba vestido con ropas de mendigo. A Elegba le entro deseos de comer y se sentó debajo de una mata, en eso llegan Shangó y Orunmila y les brinda de sus alimentos y del agua que el llevaba, a lo que estos aceptaron. Orunmila le dijo a Elegba: donde usted va ya no podrá hacer nada de lo piensa, porque esa persona está muerta. Terminaron de comer y continuaron caminando, llegaron a una encrucijada la cual tenía dos direcciones, Elegba tomo la de la izquierda y Shangó y Orunmila la de la derecha. Al llegar Elegba a la tierra de ofo se enteró que su enemigo ya había muerto y diciendo: ya me la pago, salió para su tierra; tan pronto llego se topó con Orunmila y Shangó, dándose estos a conocer; le dijeron que ellos sabían quien era él y que por eso le salieron al paso para impedirle que hiciera lo que tenía planeado. le dijeron: tu enemigo fue castigado por otro a quien también traiciono, por eso entre nosotros tiene que haber de forma vitalicia una gran armonía y simpatía