Osun y Eleguá siempre andaban de parrandas, eraninseparables en los güemileres y a los dos les gustaba el otí conpimienta.En una oportunidad se emborracharon. Osun se quedódormido y Eleguá, que tenía hambre, fue y se robó un chivo.Con la sangre embarró la boca de Osun que no se enteró denada, hasta que la justicia lo despertó y se lo llevó para lacárcel.
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