Después que Olokun lo invadió todo con sus aguas, a loshabitantes del planeta no les quedó otro remedio querefugiarse en la montaña más alta.
Muchos fueron los intentos de llamar la atención de Olofin paraque solucionara aquella situación tan difícil. Los hombresidearon hacer una gran torre que llegara al cielo, pero losalbañiles de tanto trabajar aislados terminaron hablando unlenguaje que los demás no podían entender, otro tanto les pasóa los carpinteros y así a cada grupo de trabajadores.De esta suerte surgieron distintos idiomas y se hizo tan difícilcontinuar que poco a poco fueron abandonando laconstrucción del edificio.
Un agricultor que se llamaba Oko tuvo una idea mejor. Con susaperos de labranza hizo siete surcos inmensos en la montaña ysembró cada uno con plantas de un color diferente.Una mañana que Olofin miró hacia la Tierra divisó el dibujoque Oko había realizado. Tanto le gustó que de inmediatoordenó que se hiciera un puente con siete colores iguales a losque estaban en la montaña para que el autor de aquellamaravilla pudiera subir a su palacio.
Cuando Oko le contó lo sucedido, Olofin indignado le ordenó aYemayá que encadenara a Olokun en el fondo del mar.Oko volvió a la Tierra que ahora tenía más espacio paracultivar, porque las aguas del mar se habían retirado. En lamedida que los hombres conocieron de su hazaña comenzarona llamarlo Orisha oko.
Olofin decidió que Oshumare, el arco iris, bajara de vez encuando a la Tierra como recuerdo de aquel suceso.
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