El pajaro negro era el oba de todas las aves, pero por descuido de el perdio el gobierno y enseguida pusieron a uno de los suyos para conveniencia de ellos, pero al poco tiempo se otoku el oba de esas tierras y se quedaron sin jefe y sin gobierno y todo comenzo a salir mal y no se ponian de acuerdo para encontrar a otro oba. Al poco tiempo paso el pajaro negro nuevamente por aquellas tierras y las fieras al verlo lo llamaron y le dijeron: a quien mejor que ud. Para que nos gobiernes y sea nuestro oba, como ya nos goberno antes, lo nombramos nuevamente.