En este camino, en esta tierra habian unos hombres que salieron a
busar fortuna y llegaron a un camino real con cuanto poseian y lo que
pudieron recoger; al llegar la noche, armaron su campamento en un
claro e hicieron una hoguera. Para hacer comida, amarraron al
perro y al caballo y ellos comieron, despues apagaron la hoguera y ni
al perro ni al caballo le dieron de comer, siendo estos sus mejores
amigos.
Asi pasaron varios dias en que ninguno de los animales comia, pero
un dia, el perro se pudo safar y salio a buscar comida lejos de
alli, hasta internarse en pleno bosque siendo visto por los hombres
que trabajaban en la tala de los arboles. Uno de los hombres estaba
arando con un owunko y al ver al perro le dijo: compadre, donde hay
perro hay gente, vamos a ver quienes son esos que se han atrevido a
llegar hasta aqui.
Al regreso de su viaje el perro se tropezo con un amarre de soga y al
halarlo con una de sus patas descubrio un tesoro. El perro salio
corriendo y al llegar donde estaba su amo, la fatiga lo mataba,
entonces su dueño se dio cuenta que no le habia dado de comer y
entonces le dieron comida y agua.
El perro se fue a comer a una encrucijada del camino y en su desespero,
por el apetito que tenia, saco una piedra que estaba enterrada y se
hizo un hoyo y el mismo salia directamente a la cueva donde estaba
escondido el tesoro. Entonces el perro se puso a ladrar para avisar
de su hallazgo, los hombres se apoderaron de todo lo que
pudieron de valor de aquel tesoro, pero los dueños de aquellos
montes y caminos tenian la consigna de no dejar pasar vivo a nadie que
anduviera por esos contornos, por temor a que les robaran.
Ellos salian armados a castigar la osadia de aquellos intrusos, pero
el perro el cual ya se encontraba repuesto por haber comido y
bebido, los vio y se preparo para pelear, escondio a su amo y a los
demas hombres y cuando llego oggun y elegba que eran los dueños de
aquellos montes y caminos el perro abrio tanto los ojos que
desprendia un resplandor muy fuerte, casi de fuego vivo y ladraba de
tal manera que el mas temible de los hombres no saco su ada y dijo:
“tikarami pa aya fuye ina” (este animal echa candela)
Oggun que ya estaba enfurecido por la osadia de los viajeros, los
ladridos del perro lo enfurecio aun mas, saco su ada y de un tajo le
corto la cabeza al perro.