Acontecio una vez, que un chacal llego a una ciudad situada en el lindero de la
selva. Los perros de la ciudad en cuanto descubrieron al chacal, se lanzaron contra
el ladrando. Tan asustado estaba el chacal, que huyendo de los perros de un salto entro
en la casa de un tintorero, como iba ciego de terror, no vio donde se metia y fue a
caer, en una gran cuba, llena de azul de indigo, que habia preparado el tintorero.
Con muchas fatigas, consiguio el chacal salir de la cuba de tinte y se dispuso a esperar
su fin, temblando de angustia y miedo ante los perros. Pero los perros
retrocedieron. Ante ellos no vieron al chacal que habian estado persiguiendo, ante ellos
aparecia algo desconcertante: un chacal azul. Los perros metieron el rabo entre las patas
y se marcharon.
El chacal aprovecho la oportunidad y huyo a la selva. Desde aquella aventura, quedo
convertido en un chacal azul, pues el tinte indigo se le habia fijado bien en su cuerpo.
Todos los animales de la selva cuando lo veian pasar retrocedian espantados. Ellos
nunca habian visto en la selva un animal semejante, incluso el tigre, la pantera, los
osos y los lobos, huian al ver al chacal. Todos se decian, ay de nosotros, de donde
vendra ese ser desconocido. No sabemos lo fuerte y pOderoso que podra ser, quien
sabe si nos matara a todos.
El chacal aprovecho la oportunidad que se le presentaba al ver que todos le temian y se
puso a pensar en la forma de sacarle provecho a esta situacion. Llamo a los animales
que huian desconcertados ante el y les dijo: no huyais,no me temais. El dios de los
animales me ha llamado esta noche ante su presencia y me ha hablado asi, puesto que
los animales no tienen rey, el me ha elegido a mi, para que reine sobre mis hermanos de
la selva. Asi fue como el chacal quedo como rey de todos los animales y su
sobrenombre fue abaniku.
Cuando abaniku hubo dicho esto, se le acercaron los animales. El tigre de piel rayada
hablo humilde en nombre de todos diciendo: señor y soberano, danos ordenes y te
obedeceremos.
A cada animal le dio un cargo con excepcion de los de su misma especie a los cuales
los desterro sin darles ninguna explicacion.
El chacal vivia sin preocupaciones y en medio de la abundancia. El tigre y las demas
fieras iban de caceria y le traian las mejores piezas, poniendoselas a sus pies, pero
el las repartia como conviene a un buen soberano, dando una parte a cada animal de
su corte.
Un dia estando en el consejo de estado, oyo a lo lejos el aullido quejumbroso de
unos chacales, abaniku se quedo hecho una pieza, erizo toda su piel azul. Los ojos se
le llenaron de lagrimas y antes de que pudiera pensar lo que hacia, se le escapo un
estridente aullido, en respuesta a los lejanos chacales.
El tigre y todos los demas animales, se estremecieron y dijeron: es el aullido de un
chacal, un miserable chacal. Nosha engañado, murmuraron los demas animales, que
hasta entonces habian sido sus subditos. Acto seguido lo atacaron furiosamente, lo
mataron y lo devoraron.
Nota: el que renuncia a sus amigos y traba amistad con los extraños morira como
abaniku el chacal.