En este camino habia una vez un matrimonio que tenia varios hijos a los cuales ellos
los cuidaban con esmero, a pesar de la pesima situacion en que vivian.
El padre se dedicaba al cultivo y venta de flores, negocio que no le rendia los
suficientes dividendos para pOder vivir y atender a sus hijos, por cuyo motivo, cada uno
de ellos al crecer, emprendio la marcha hacia otras tierras en busca de trabajo. Pero como
siempre sucede, que hay unos hijos que son mas apegados a los padres que otros, de los
hijos que aquel matrimonio tenia, uno solo se quedo con ellos.
Este muchacho ayudaba a su padre en el cuidado de las flores, pero este a pesar del
cariño que le tenia a sus progenitores, comprendia que el trabajo era agotador y poco
productivo, a pesar de que ellos eran las unicas personas que se dedicaban a este
negocio. Cuando ellos esperaban tener una buena cosecha, las plantas que el dia
anterior se veian bien, al otro dia amanecian mustias, hasta que se morian.
Un dia la mujer le dijo al marido, que porque no iba a casa de un viejo que era adivino y
que vivia en el otro alli, para que este le indicara lo que tenia que hacer en beneficio de
ellos. El marido, que era un poco renuente al consejo de su mujer se nego a ir a ver al viejo
adivino, pero el hijo le pidio permiso a su madre para para ir a casa del adivino.
El muchacho fue a mirarase con e l viejo y este que resulto ser omo Ifa le vio este Ifa
y le dijo: hay que regar mucho el jardin para que las flores no se marchiten y que el
tenia que hacer ebbo.
El muchacho se hizo el ebbo y despues de terminado, el omo Ifa le dio el akuko a eshu y
le dijo al muchacho que llevara el ebbo a una sabana y que soltara el pajaro al lado del
ebbo, pero que debia fijarse en el rumbo que cogeria el pajaro y que lo siguiera y que
en el lugar que este se posara viera, alrededor de ese sitio donde habia una hierba
fresca y que debia de abrir un hoyo con un palo de punta bien afilada y que lo que
encontrase en ese hoyo era lo que sus padres necesitaban.
El muchacho asi lo hizo y cual no seria su sorpresa al ver brotar un manantial de agua
con el cual ellos podian regar las tierras y por ende las flores siendo desde ese momento
la felicidad para ellos.