Habia una mujer que iba todos los dias a vender cocos a la
plaza y un dia fue donde orunmila y este le dijo que tenia
que hacer rogacion si queria tener buena venta; ella le
contesto que para vender cocos no hacia falta hacer ebbo.
Entonces eshu fue a la plaza y le dijo a la gente que
cuando vieran a una mujer vendiendo cocos que no se los
compraran porque esos cocos estaban malos y no servian
para los santos.
Como resultado de esto a la mujer nadie le compraba cocos
y ella al ver que no tenia venta fue corriendo a casa de
orunmila, hizo ebbo y entonces fue cuando ella pudo vender
sus cocos.