Una mujer no tenia hijo, pidio uno en la ceiba iroko, ofreciendole en cambio un sacrificio. Ella no cumplio supromesa y el dios de la ceiba se comio a la niña, sin querer aceptar entonces su regalo.
Una mujer no tenia hijo, pidio uno en la ceiba iroko, ofreciendole en cambio un sacrificio. Ella no cumplio supromesa y el dios de la ceiba se comio a la niña, sin querer aceptar entonces su regalo.
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