Una vez la muerte estaba matando a cuantos se encontraba. Se dirigio a casa de orunmila, pero antes que llegara ya
este habia hecho ebbo, mato a un novillo y la carne la clavo en una esquina a una vara de altura y una chiva viva.
Cuando la muerte llego y toco a la puerta de orunmila, este cambiando de voz le pregunto que se le ofrecia y la
muerte le respondio: vengo a matarte, abre la puerta. Orunmila de pronto e inesperadamente, con los tarros del novillo los cuales se habia puesto, embistio a la muerte y
con la sorprendente acometida de orunmila a esta se le escapo la guadaña de la mano. Al poco rato de embestirse
ambos, se le rompieron las astas. La muerte mando al perro por garras y orunmila mando a su chiva. La muerte le hizo
mofa a orunmila diciendole: cuando llegue tu chiva yo habre acabado contigo; pero cuando el perro vio lo que
estaba en la esquina se quedo tratando de alcanzar la carne del novillo, al extremo que la chiva tuvo tiempo de ir y
volver con los tarros. Al ver a la chiva el perro emprendio la carrera, y cuando llego ya orunmila habia vencido a la muerte.