En este camino, en la tierra ikosiyu, vivia un rey que era ozain, obashineggun, en esta tierra la virtud de
ozain y de sus hijos residia en el estomago y no en la cabeza. Por eso el y sus omo, podian hablar sin
mover la boca, porque eran ventrilocos.
Ozain no era awo orunmila, pero siempre estaba en su casa, que en esa tierra se llamaba awo okini fifun inu
awo.
Ozain le hacia los trabajos con ewe y de ologu que habia que hacer en casa de orunmila. Pero ozain y
sus omo querian hablar con sus bocas, como los demas oshas.
Orunmila un dia lo miro y le vio este ifa y le dijo que para que el pudiera hablar con su boca como los
demas ochas, tenia que hacer tres oparaldos y le dio un solo akuko.
Donde la voz le vino a la garganta, pero esta era una voz finita y fañosa, entonces al ver que sus omo
empezaron a hablar igual que el, se disgusto mucho y empezo a hablar con orunmila, de lo que le pasaba a
sus hijos y orunmila le dijo que el no habia hecho lo indicado completo y por eso su voz era fañosa, pero
para que sus hijos pudieran hablar bien tenian que hacerse las cosas completas. En esta ocasion ozain llevo los 2 akuko que faltaban y los 2 osiadie de los oparaldos, para completar la ceremonia que le habia
marcado orunmila. Para que sus hijos pudieran hablar bien.
Asi los hizo y sus hijos hablaron bien, pero el siguio hablando fañoso.