En la tierra shonsholo, vivia omolu agronika y toseno los cuales eran hijos de oniko, que era el jefe de los
mensajeros de obatala, que vivia en oke.
Este tenia muchos enemigos, esta era una familia muy unida, sus enemigos empezaron a trabajar sobre esa
union y asi comenzaron a separarse los miembros de esta familia y llegaron a mirarse con recelos
donde oniko comenzo a padecer de las piernas, que se le inflamaron y laceraban.
En este estado el no podia dar los mensajes de obatala y este se puso bravo y lo encadeno, este comenzo
a cantar:
“baba emi orunmale otorun wagbemi odidi odidi baba odara dara.”
Al oir este canto, llego a su lado elegba, que al verlo fue corriendo a buscar a orunmila, que cuando llego a
su lado lo vio encadenado, llamo a obatala y a los hijos de oniko, que eran omolu agronika y toseno, ordenando que le quitaran las cadenas que lo tenian atado a la palma y entonces osode, donde le vio
Otura yeku, que le decia que alosin lo protegia con tal de asomarse al mundo.
Le hizo orunmila las grandes consagraciones y ceremonias, para devolverle la salud y preparo inshe
akiye, para que asi pudiera oniko vivir entre sus semejantes sin ser vencido, dandole fuerzas a sus
piernas.