En este camino orunmila salio a caminar buscando
desenvolvimiento, pero enfermo grave, sin embargo, siguio caminando
hasta que llego a una tierra que era gobernada por un rey llamado
adokino, pero cuando entro en esa tierra cayo desfallecido por la
fatiga y la enfermedad, las gentes del lugar, al verlo caer sin
conocimiento, lo cargaron y lo llevaron ante el rey adokino el cual
resulto ser inle, quien al ver a orunmila le reconocio enseguida y dijo
vayan enseguida a buscar al awo del otro pueblo porque hay que
darle un pargo a su cabeza y a orunmila. Ponganlo en una habitacion
pero no lo toquen, esperen al awo.
Cuando el awo llego hizo lo que inle le habia dicho. A los pocos dias ya
orunmila estaba bien, entonces fue y le dio las gracias a inle y se
marcho agradecido de todos los de aquel pueblo donde vivian adodis y
alakuatas (el pueblo de los invertidos).