En la tierra iloban, cuya capital quedaba en el medio del
bosque, no se podian obtener los ewe necesarios para preparar
los omieros de las consagraciones de ifa, pues cada vez
que alguien las iba a buscar al monte, un ser misterioso les
salia al encuentro y los cegaba con la brujeria que tenia
preparada en un tizon o carbonm encendido. Ese era aroni uno
de los espiritus del bosque, ser contrahecho y deforme por
causa de las distintas guerras en que habia participado,
ayudando a su amo ozain a ganarlas.
Las victimas de aroni eran numerosas y un dia se enfermo el
oba de la tierra iloban y consultaron a ifa. Salio ogbe
tumako intori atefa al oba (hacerle ifa al rey).
Nadie queria ir al monte en busca de los ewe y ogbe tumako
se comprometio en ir a buscarlas, pero nadie quiso
acompañarlo. Ogbe tumako antes de salir hacia el bosque se
hizo ebbo con: akuko meyi, ikoko de barro, un porron con
agua, demas ingredientes.
Al llegar ogbe tumako al bosque les dio los akuko a eshu y
comenzo a recoger la yerba y al llegar a un claro, ya las
tenia todas y las ripio en la ikoko, le echo el agua del
porron y comenzo a cantar. Al ser oido por aroni, este se
presento y le grito: intruso, como te has atrevido a entrar
en mis dominios. Y al instante se lanzo al ataque, tratando
de cogerlo con el tizon magico. Ogbe tumako cambio el suyere
que cantaba como le habia aconsejado su padre a orunmila y
esquivando el tizon con la ikoko de omiero, canto:
inu awo ashe wao, inu awo ashe wao, inu awo ashe wao, inu
ina yolekun inu awo ashe wao.
En un instante y para asombro de aroni, su tizon cayo dentro
de aquella ikoko de omiero y se apago. Terminando asi el
poder de la brujeria de aroni.
Al comprender aroni lo sucedido, le dijo a awo ogbe tumako:
eres grande y poderoso y desde ahora deseo aliarme contigo.
Ogbe tumako le contesto: yo no soy grande ni poderoso, mi
padre y señor por la voluntad de olofin, de quien soy solo
un fiel servidor, es el grande y poderoso.
Aroni le contesto: esta bien, con el deseo aliarme, sellemos
un pacto para el resto de nuestros dias. Tu me prestaras tu
ayuda y yo te dare la mia.
Sellaron el pacto y aroni le entrego a awo ogbe tumako
cuatro hierbas: peregun, bleo blanco, verdolaga y atiponla,
y le dijo: estas son las que abren el camino a todas las
obras y consagraciones. Este es mi regalo. Ogbe tumako le
contesto: como prueba de nuestro pacto, me llevare tu tizon
en el omiero para que los demas awoses sepan nuestra amistad.
Aroni le contesto: eta bien, pero siempre, para
recuerdo de esto, cada vez que tu y tus hermanos rompan
hierbas para preparar omiero para consagraciones, echaran un
tizon encendido dentro del mismo para que la maldad cese y
el bien perdure. Ogbe tumako le respondio: asi sera. Iboru,
iboya, ibisheshe. Y se retiro del monte con la ikoko de
omiero y el tizon de aroni.
Y desde entonces en recordacion de ese pacto, todos los
omieros, los oluwos para sus consagraciones echan un tizon
encendido dentro de ozain.