En esta tierra gobernaba oya que se llamaba obani bokun y es la que indica el tiempo que viven las gentes en la tierra. En esta tierra gobernada por oya las personas no servian pues estaban enfermas y debiles. Oya tenia un gran secreto para darle salud y fortaleza: los llevaba al pie de una mata de ope y les daba cocimiento de la raiz de las mismas y tambien resina de la mata de oguede, pues ambas plantas estaban cerca. Oya llegaba con sus caracoles y mariwo machacando las raices y resinas, les daba eyerbale de adie y con las patas de las mismas hacia un caldo y se los daba de tomar a todos. Cuando oya llegaba a las plantas rezaba: “ope nileo leri ariku lawa ni boche adie nagueye oguede ni mafayu le eye majun la adie ni mafun adie”, Oya todos los años le daba de comer a sus secretos dos adies con el siguiente suyere: “son leye oya soru leye oya mareyewo”. Todos se arrodillaban junto a las matas de platano y machacaban con eyerbale a los platanos. Despues cogia una adie y les hacia oparaldo a todos los de esa tierra con este suyere: “sarayeye iku, baniku lona” (2 veces). Y enterraba la adie del oparaldo. Despues ponia el ifa encima de la adie enterrada y llamaba a awo eru ifa para que le diera de comer dos adie a su ifa junto con oya limpiando antes a todos con las adie con este suyere: “adie layere ni ifa yanza ilewo iku lelono yanza ni lewo”. Despues les daba las adie a su ifa junto con oya, a esta adie no se le arrancan las plumas de la leri. Se le echa epo al ifa y a oya y despues a las plumas. Despues esta se cubre con mariwo y hojas de oguede a orunmila y oya. Oya le dijo a awo oni ifa: cuando nos quitemos esto de encima hay que hacer iye con todo esto y nueve hojas de prodigiosa y nueve atare para itutu y decia: ya tuto lawe lawe ewe maleo. Diciendo esto machacaba leri de eya oro con carbon y algarrobo con este suyere: “iku belona eya tuto lanireo eggun iku belona”. Cada vez que venia el viento bueno, las matas se ponian en el suelo y asi anuciaban que venia el viento malo. Oya con la vaina del framboyan y osun llamaba y le daba eyele y cantaba para salvarlos a todos con este suyere: “olofin a fefe lodeo baba olofin eggun laye sarague iku ogboni boshe lona”; Y las muertes eran pocas.
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