Obatala tenia tres hijos llamados talabi, salako y talade a los que alimentaba con la leche que daba la eure (chiva) que cuidaba en su casa. En ese pueblo habia tres ladrones que mantenian a los pobladores en peremne sobresalto, pues con sus continuas fechorias perjudicaban a casi todas las gentes. Un dia obatala fue a casa de orunmila por adivinacion y en el osode le salio este ifa y orunmila le dijo: tiene que cuidar mejor sus cosas no sea que le hagan un robo en su casa y lo perjudiquen grandemente. A pesar de todas las precauciones que tomo obatala en su casa, una noche aquellos ladrones le robaron la eure con la que alimentaba a sus tres hijos. Enterado obatala del robo de la eure y comprendiendo que sus tres hijos habian sido privados de la leche de esa eure maldijo a los ladrones diciendo: deseo de todo corazon que uno de los ladrones pierda una pierna, que otro de ellos se quede mudo para siempre y el tercero se quede manco por haberme robado la eure, privando asi a mis tres hijos talabi, salako y talade de su alimento. La maldicion de obatala se materializo sucediendo tal como lo deseaba y consideraba justo. Y asi fue como la gente de aquella tierra se libraron de aquellos ladrones que perjudicaban sus intereses. Nota: cuidado con una cosa mal hecha que perjudique a un hijo de obatala y el lo maldiga.