En este camino habia un joven que vivia con sus padres que se llamaba yuno. El llevaba una vida estancada contraria a sus aspiraciones, pues el queria prosperar y tener riquezas. Un dia el muchacho recogio sus ropas y salio caminando a recorrer fortuna. Llego a un lugar del campo donde habian tierras sin cultivar, yuno comenzo a indagar de quien eran estas tierras y en sus averiguaciones se encontro con un hombre que le dijo: que no se ocupara de esas tierras que iba a perder su dinero, ya que las mismas no se le daban a nadie. No obstante el muchacho fue a ver al dueño de esas tierras el cual vivia en una casa lujosa y grande. Al tocar la puerta quien lo recibio fue elegba que le contesto: ven que te voy a llevar donde el dueño que era orunmila, el muchacho cuando vio a orunmila le pidio que le diera las tierras baldias que el habia visto para trabajarlas y orunmila le pregunto que si el solo iba a trabajar esas tierras y este le contesto que si, que el solo lo haria, a lo que orunmila le respondio si es verdad lo que dices yo te dare la tierra y todo lo necesario para que la trabajes. En poco tiempo empezo el muchacho a trabajar sin descanso, y al cabo de algunos meses ya toda aquella tierra habia cambiado, todo estaba sembrado y cada dia prosperaba mas y sin enbargo cuando menos lo esperaba vino un mal tiempo y arrazo con todo, y el muchacho sin perder la fe y el entusiasmo volvio donde estaba orunmila para informarle lo ocurrido, no habiendo terminado orunmila le dice: asi Sera, pero antas de salir de tu casa tienes que hacer ebbo, no sin antes darle un gallo a elegba que fue el que te permitio entrar en mi casa, y darle dos gallinas a ifa. Yuno hizo el ebbo y empezo de nuevo a sembrar su tierra, las cuales en poco tiempo dieron abundantes cosechas y la riqueza de yuno empezo a aumentar. Pasado el tiempo yuno empezo a sentirse orgulloso. Un dia se encontro con elegba y lo desprecio, elegba siguio caminando y se encontro con shango a quien le dio las quejas por la conducta de yuno. Al ver esto este corrio a casa de orunmila y le conto todo, orunmila le dijo: tienes que atender a elegba primero que a nadie y deberas preguntarle que quiere para que te quite ese daño que te habia hecho y que le pidiera perdon por su conducta. Asi lo hizo yuno y elegba le pidio owunko y un saco de maiz. Yuno cumplio con elegua y todas sus cosechas se resolvieron. Yuno aprendio que con aquellos que lo ayudan a uno, uno no podia vanagloriarse jamas.