En este camino existia un leon gigante que vivia apartado en lo mas
intrincado de la selva y era tal su fuerza que su rugido era semejante
al susto y todos los animales huian cuando sentian sus pasos.
Un dia el rey de la selva se levanto mas temprano que de costumbre y
el periquito rojo que siempre estaba soñando con volar al cosmos no
tuvo tiempo de esconderse y se encontro frente a frente con el leon
gigante y este le dijo: no me iras a decir que quieres ser mi amigo;
no, señor leon, dijo el periquito rojo lo mas sereno posible; ah no,
carraspeo el vozarron del leon; si señor leon dijo el periquito y
entonces el leon le pregunto: bueno quieres ser mi amigo o no?; Si,
digo no; digo si; respondio turbada la vocecita del periquito; y no
tienes miedo de que te coma?; Pregunto el leon; pues no señor leon; se
que ud. No lo hara; caramba que seguro estas de mi bondad dijo el leon,
pero bueno no te voy a comer por el momento; quizas mas adelante; oh
no señor leon yo te prometo ser tu amigo, afirmo el periquito rojo; tu
mi amigo, si yo no tengo amigos, todos los animales me temen, no ves
como se esconden cuando yo aparesco; ah, si pero yo ya no le temo dijo
el periquito tratando de mirarle a la cara; de veras no me temes?
Pregunto el leon extrañado; no, no señor se lo aseguro dijo el
periquito; que cosa tan curiosa, tu un animalito tan pequeño y que no
me temas?, Y sin embargo los grandes tiemblan cuando me ven, dijo el
leon; es que ud. Sabe; nunca nosotrs hemos hablado con usted; y
claro;;;pues.....Claro desde que nacistes te enseñaron a vivir
huyendode mi;respondio el leon; ya que nos hemosencontrado y estamos
conversando a lo mejor podemos ser amigos?. Si señor leon, dijo el
periquito; bueno subete sobre mi lomo que te voy a invitar a dar un
paseo por la selva; dijole el leon.
Un tanto desconfiado el periquito rojo se subio al lomo del leon y
este emprendio el camino hasta lo mas recondito de la selva. Todos los
animales seguian escondidos y alguno que otro se asomaba
cautelosamente a mirar que era lo que estaba sucediendo y fue el conejo
el que advirtio el peligro que corria el periquito rojo; y sin perder
mas tienpo dieron la voz de alarma; el leon gigante se lleva al
periquito rojo; el rey de la selva atrapo al periquito rojo, repitieron
las ardillas y rapidamente se fue corriendo la voz por toda la selva;
tenemos que hacer algo dijeron las jirafas trenzandose el cuello y todos
dijeron al unisono: tenemos que salvar al periquito rojo.
Sin pensarlo mas todos se armaron con piedras, palos y cuantas cosas
que sirvieran como armas y se dirigieron a salvar al periquito rojo.
Pronto divisaron la casa del leon gigante la cual era una cueva con
muchas hiervas a su alrededor y en uno de sus lados una ventana de
cristales reflejaba el circulo amarillo del sol.
Los animales poco a poco y con mucha cautela se fueron acercando a la
ventana de cristal. La jirafa como tenia el cuello tan largo fue la
primera en mirar, pero ni a un lado ni a otro se veia rastro del leon
ni del periquito y asi se lo comunico a los demas; las ardillas
dijeron: dejenos ver a nosotas y se encaramaron por el cuello de la
jirafa, tal ves sea yo quien lo vea, dijo el conejo y solo una araña
aburrida se veia en aquella sala. Sabes tu donde esta el leon? Pregunto
la jirafa a la araña; el leon, no; el se va temprano y no regresa hasta
la caida del sol; y durante este tiempo que es lo que hace, pregunto la
jirafa; yo que se, respondio la araña; y no has visto a un periquito
rojo tampoco por aqui?, No se nada de ningun perico rojo respondio la
araña, no me molesten mas; esta bien respondieron los animales, muchas
gracias.
Todos se pusieron muy triste y regresaron a su casa cabizbajo al no
dar con el paradero del periquito rojo.A la mañana siguiente el sol
salia refulgente por el follaje de los arboles y junto a el renacia la
vida en el bosque. Todos salieron de sus casas dispuestos a realizar
sus multiples quehaceres y todos pensaban en el triste destino del
periquito rojo y en eso escuchan un ruido muy extraño parecido al rujido
de un leon y al graznido de un perico y todos aguzaron sus oidos y
aguardaron impacientes y tras la maleza los pasos del leon estremecian
la selva.
El leon se acercaba y sobre su melenuda cabeza el periquito rojo
gritaba a los cuatro vientos: salgan todos, salgan todos, que el leon
gigante no les hara daño alguno; tienen que escuchar lo que yo les voy a
decir; y la voz del periquito rojo resono como un resoplido; si frente
al fuerte te vieras, afrontandolo con valentia; que mas vale gallardia,
que morir bajo sus pies.
Todos los animales se miraron sorprendidos como si fueramentira lo que
sus ojos veian y sus oidos escuchaban.
Desde entonces los animales no le temieron mas al leongigante y el
periquito rojo se hizo rey de la selva.