Órúnmilà fue a una tierra con el objeto de salvarse de una guerra que le venía. Mandó hacer ebo a toda la familia y que cada uno de los miembros lo hiciera con un ñame, un machete y un peso y medio. Pero el jefe de la casa dijo que Órúnmilà había pedido eso porque él sabía que había esos objetos en la casa y que eso era robarle. Al poco tiempo se presentó la guerra que Órúnmilà quería evitar y en ella cayeron muchos de los familiares de aquella casa, por no creer en las advertencias que se les había hecho y por desobediente.