El Tigre y el León siempre andaban juntos y como los demás animales no encontraron la manera de separarlos, se juntaron todos y fueron a casa de Olófin para denunciarlos, diciéndole que tanto el Tigre como el León no los dejaban vivir a ellos y que se habían comido a los demás compañeros de ellos. Olófin mandó a buscar al Tigre y -al León, pero éstos antes de ir fueron a casa de Órúnmilà y éste les mandó hacer un ebo, además Órúnmilà les que no comieran más que epó y efún. Ellos así lo hicieron y cuando llegaron ante la presencia de Olófin, éste le preguntó qué cosas están haciendo usted. Ellos contestaron que nada. Olófin los mandó a encerrar y al día siguiente pudo comprobar la inocencia de ellos, pues cuando fueron a defecar, se vio que era epó lo que ellos ensuciaban, entonces Olófin les dijo que ya ellos estaban en libertad y que además si en lo adelante se comían a las aves y otros animales, ya nadie se lo tomaría en cuenta, porque ellos se habían reunido para venir a decirle una mentira.