Había una persona que todos los días por la noche iba a la tabla de ñame del vecino y para que no creciera, le ponía las manos encima. El ñame se quejó a y éste hizo una operación y cuando la persona volvió para ponerle las manos encima al ñame, se hincó y todo se descubrir. La persona es envidiosa y no quiere que otro adelante.