Una vez Elégbà se propuso a que dos amigos se disgustaran y so vistió bien, pero su pelo de la derecha se lo peinó bien y el de la izquierda se lo dejó sin peinar y todo desgreñado. Cuando los dos amigos estaban de lo más bien hablando en la esquina, Elégbà sin dirigirse a ninguno de los dos, pasó el medio de ambos amigos, éstos al ver la imprudencia que había cometido Elégbà, empezaron a hacer comentarios, diciéndole uno al otro, mira eso, tan bien vestido y peinado y tan incorrecto, pero el otro decía lo contrario, que tan vestido y quo iba 'despeinado, pero el otro siguió sosteniendo quo él lo había visto bien vestido y peinado y el otro que a la inversa, hasta que ambos amigos en la discusión que sostenían sin llegar a ningún acuerdo, terminaron por irse a las manos. Desde entonces, quedaron serios los dos amigos.