Un hombre que estaba muy pobre, fue a ver a Órúnmilà y le salió esta letra. Órúnmilà le marco Ebo y le dijo que él fuera al rio a bañarse, pero que tuviera cuidado no se fuera a perder una cosa, donde bien podía ser su felicidad, o su desgracia. El hombre fue a bañarse al rio y se metió un peso en la boca para que no se le fuera a perder, pero en un descuido de él, se le cayó en el rio, él lo siguió hasta llegar a la desembocadura del rio en el mar y allí lo agarró la noche.
Le pidió permiso a Olókun para dormir allí y éste le dijo que podía dormir en los arrecifes. Al llegar el día siguiente Olókun le señaló una mata de güira y le dijo que las de la derecha no hablaban, pero que las de la izquierda si, que él cogiera tres de la izquierda y que tirara una y otra en el camino y la tercera, al llegar a su casa. Anteriormente le había preguntado cómo había pasado la noche, y éste le había contestado, que bien.
De la noche a la mañana el hombre próspero y se hizo rico, pero un vecino suyo siempre le estaba preguntando cómo había sido y tanto le preguntó que llegó a saber su secreto y dijo, yo también lo voy a hacer, pero no fue primero a casa de Órúnmilà para registrarse, se fue a bajar en el rio medio peso en la boca y cuando llego se metió en el agua y dejó caer el medio peso, siguiéndote, cuando llegó al lugar señalado por la noche. le pidió permiso a Olókun para dormir éste se lo concedió, por la mañana le pregunto cómo has pasado la noche, este le respondió que mal, Olókun le mando una obra con unas güiras y el seguía inconforme. Al cogerla la primera se oscureció y la segunda estaba llena de serpientes. Moraleja el que imita fracasa.