El cocinero más viejo de Bàbá era muy envidiado. Fue a casa de Órúnmilà y éste le mandó un ebo con iyobo, ori, efún, ataré, ekú, eja, iyobo en el fondo (azúcar). Sus enemigos creyeron que era iyo (sal) y se l

Había un rey que fue a casa de Órúnmilà para que éste le hiciera Ebo Órúnmilà le al rey que él tenía un perro. el cual tenía que traerte hacerle el Ebo él, pero el rey le contestó que él quería mucho a su animal que le era imposible dárselo para que le hiciera la rogación. A los días declararon la guerra al rey. teniendo que salir huyendo para el monte para esconderse dentro de un gran tinajón que tenía enterrado en la tierra. Los soldados enemigos, hab

Dos carneros no beben agua de la misma fuente.

Olófin llamó a todos los signos para que cada uno pidiera lo que quisieran ser. Todos los méji quisieron ser reyes gobernar, en eso llegó Oshé Tura y solamente le pidió a Olófin tener el ashe. Olófin todo lo concedió. Desde entonces los reyes cuando iban a hacer rogación tenían que darle peso y medio a Osé Tura para pagarse su asé para que el Ebo pudiera llegar al cielo. De esta suerte Osé Tura no trabajaba y vivía orgulloso, al extremo que llegó un día que se negó a seguir dando más Àse. Los reyes se quejaron a Olófin, pero éste nada resolvía; porque él le había dado a cada uno lo que ellos lo que le habían pedido a Olófin. Les decía que buscaran la manera de que Osé Tura le vendiera más àse. Entonces Obedi, que era un pájaro muy bonito, fue a casa de Osé tura, pero este no se encontraba en la casa, estaba la mujer que era hija de Òshun, obedi le pregunto por oshe tura, ella le contesto que había salido. Obedi le pregunto que donde estaba el Ashe y la empezó a enamorar para que le diera el ashe y estuvo con el sin darle el ashe. Obedi

Por uno empezó el mundo y por uno se acaba.

Obatalá viendo que en aquel territorio no había quién pudiera gobernar decidió mandar a buscar a Obara, por eso dio la orden de que trajeran a Obara vivo o muerto. Los que salieron en su busca ignoraban los motivos que tenía Obatalá para ordenar su búsqueda y pensaron que era para ajusticiarlo, cada cual se formaba su propia opinión, uno decía si l0 encuentro, lo llevo de todas maneras, otro decía si no quiere ir, lo mato. Así iban caminando y buscando a Obara con verdaderas ansias de encontrarlo, porque además ellos eran enemigos de Obara. Ya cansados de la jornada y con deseos de retroceder, se pararon. Estando allí notaron un olor riquísimo que venía de lejos como si fuera de carne de puerco asado, se decidieron a localizar el lugar de donde venía ese olor tan agradable, porque ellos tenían hambre, porque hacía varios días que no comían. Al fin unos y otros se fueron orientando hasta que dieron con el lugar. ¿Quién era la persona que estaba allí? Era Obara, que freía la carne de puerco. Ellos se quedaron sorprendidos y en vez de detener a Obara y hacerle lo que pensaban hacerle, entonces hicieron todo lo contrario, lo abrazaron con emoción y le dijeron: nosotros que no te veíamos desde hace mucho tiempo. Obara les dijo: Ustedes desde luego estarán muy cansados, pero sí quieren comer. Ellos le dijeron bueno Obara, Obatalá quiere verte y tú debes de ir con noso

Merinlá Tonti Eyeúnle 14-8

Otura Sa tenía una estancia y allí iba uno que se llamaba Arikoshé a robar ñames para comer y fue descubierto. Entonces Arikoshé dijo que le daría la suerte, que con su bastón le diera un golpecito en las espaldas por la maleta de Arikoshé, que cargaba Oro. Esto sucedió varias veces. La Jicotea que estaba escondida, vio la operación y cuando Arikoshé salía de la estancia, le dio un fuerte palo (con la idea de que le diera mucho dinero), pero lo dejó muerto. La Jicotea al ver que lo había matado, cogió y lo colgó echándole en la estanc

(M)Eyilá Tonti (M)Eyilá 12-12

Eyeúnle Tonti Merinlá 8-14

El agua estancada no mueve molino,la sangre enferma prorluce mortandad.

(M)Eyilá Tonti Merinlá 12-14

Marunlá Tonti Marunlá 15-15

La verdad, la mentira y lo imposible no se deben confundir.

La guerra se gana con una buena estrategia, pero por la fuerza se pierde.